Melina Veliz: “El Cesto es mi vida, no sé qué hubiera sido si no fuera por el Cestoball”


La entrenadora de Estudiantes y profesora de música, expresó su adaptación a las nuevas formas de entrenamiento en cuarentena, la importancia del trabajo en equipo, sus comienzos en este deporte y lo que éste significa para ella.


Con la aparición del Covid-19, todos los deportistas se vieron imposibilitados de entrenar normalmente. El encierro ocasionó que los entrenamientos sean en sus propias casas con un método distinto al que estaban acostumbrados, un método virtual a través de videollamadas. Para Melina es una forma conocida de enseñar, aunque no en el deporte: “Soy docente y entiendo la nueva manera de encontrarnos en la virtualidad. En muchas cosas nos alejó pero en otras nos acercó. Sufriendo por no poder estar en una cancha hace más de 100 días”, dijo la entrenadora.

Con las nuevas flexibilizaciones, los jugadores pueden entrenar al aire libre aunque de manera individual y no en grupos. Si bien en el cesto no se puede entrenar en los clubes, no falta mucho para que esto suceda, si la provincia sigue sin circulación viral claro:“Estamos entrenando de manera individual y no en grupos. Algunos chicos podían salir a entrenar pero otros no. Estamos muy cerquita de volver pero sabemos que podemos volver para atrás”, expresó Melina acerca de la posible vuelta.

En algunos deportes, lo individual puede ser muy importante y te puede hacer ganar partidos o campeonatos, en el cesto no es el caso y así lo entiende Melina: “El cesto es un deporte argentino que si o si tenes que jugar en equipo. No hay forma de que uno solo gane el partido como puede suceder en básquet, fútbol y otros deportes”.

“Empecé por mi mamá en las canchas del Club Talleres. Ella me llevó y es un viaje de ida. Cualquiera que haya jugado al cesto se da cuenta que es como andar en bici. Pueden pasar 20 años y volves a sentir todo lo que viviste. Un tiempo estuvimos en Villa Mitre y después me vine al Complejo Ledesma”, comentó la entrenadora de cesto acerca de sus comienzos en este deporte.

Además de entrenadora de cestoball, Melina también es docente y sobre ello manifestó: “Me di cuenta que mi vocación es ser docente. Un año dejé el cesto porque tenía que enfocarme en las clases de piano. A mí me llena tanto el cesto como la música. Intenté explicar llevando a los jugadores o jugadoras que lo vivan”.

Sobre la actualidad del cesto, Melina observó una gran mejoría y crecimiento:“El cesto tuvo una gran explosión, no hay provincia que no tenga lugar en donde jugarlo. Se ha convertido en un deporte muy dinámico e intenso”.

“Estudiantes es un club de barrio donde va toda la familia. Si hace frío y no tenes buzo alguien te presta. Estudiantes es familia. Mi familia que está jugando en el club, hermanos y padres jugando en distintas categorías”, aseguró Melina sobre el club donde trabaja y la solidaridad que hay entre todos en el club, un club de familia.

Acerca de lo que significa el deporte para ella, dejó en claro que es todo para ella además de la docencia: “El cesto es mi pasión, ha marcado mi vida, me ha dado una identidad como deportista. Hice muchas amistades. Me abrió puertas que no pensé tocar, conocí el país por el cesto. “El cesto es mi vida, no sé qué hubiera sido si no fuera por el cesto”

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